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12 Judas aceptó y les dio la mano en señal de paz. Y es que pensó que alguna vez podría necesitar su ayuda.

Después de esto, los árabes regresaron a sus campamentos.

Victoria sobre los de Caspín

13 Luego Judas Macabeo atacó la ciudad de Caspín, que estaba bien protegida por murallas y otras defensas. En esa ciudad vivía gente de muchas naciones. 14 Todos los que vivían allí, se sentían muy tranquilos, pues tenían la seguridad de que nadie podría tirar abajo las fuertes murallas. Además, habían almacenado muchos alimentos. Por eso se atrevían a insultar, no sólo a Judas y a sus soldados, sino también a Dios.

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